¡Estamos en línea!
En este artículo, te explicaremos qué es el streaming, cómo funciona y sus ventajas.
Para entender bien el streaming, imagina que en lugar de descargar una canción o un video completo a tu teléfono o computadora para escucharlo o verlo, lo reproduces directamente desde internet, pero bajo demanda.
Piensa en una biblioteca gigante de música o películas que no está físicamente en tu casa. Cuando quieres escuchar una canción o ver una película, tu dispositivo se conecta a esa biblioteca a través de internet y empieza a recibir los datos (la música o el video) en pequeños fragmentos de manera continua. A medida que tu dispositivo recibe estos fragmentos, los reproduce casi al instante.
La clave es que no estás guardando el archivo completo en tu dispositivo. Solo estás recibiendo la información necesaria para escuchar o ver en ese momento. Es como si un río de datos fluyera desde el servidor (la biblioteca) directamente a tus oídos u ojos a través de la pantalla.
Funciona de la siguiente manera: En lugar de almacenar un archivo entero en tu dispositivo, el sistema transmite los datos de manera continua mientras se reproduce el contenido. De esta forma, lo único que se necesita es una conexión a internet estable, ya que el flujo de datos es enviado y recibido de forma continua mientras disfrutas de lo que estás viendo o escuchando, sin interrupciones notables.
Imagina que quieres ver una película que está guardada en una computadora muy grande y poderosa, lejos de ti. Esa computadora es un servidor de streaming.
Cuando tú le das "play" a la película en tu dispositivo (tu celular, tu smart TV, tu computadora):
Tu dispositivo se conecta con ese servidor a través de internet. Es como marcar un número de teléfono.
En lugar de descargar toda la película, el servidor empieza a enviarte pequeños "paquetes" o fragmentos de la película. Imagina que la película se corta en miles de pedacitos muy pequeños.
Tu dispositivo recibe esos pequeños paquetes de información y los empieza a reproducir casi inmediatamente. Es como si te fueran llegando las piezas de un rompecabezas y pudieras empezar a ver la imagen aunque no tengas todas las piezas aún.
Mientras estás viendo los primeros paquetes o fragmentos, tu dispositivo sigue pidiendo y recibiendo los siguientes para ofrecerte el contenido fluido. Esto sucede tan rápido que no te das cuenta de que la película no está completa en tu aparato.
Tu dispositivo tiene una pequeña "memoria intermedia" llamada buffer, donde guarda algunos de estos paquetes antes de mostrarlos dejándolos listos para cuando se necesiten. Esto es como tener algunas piezas del rompecabezas listas para poner, para que la reproducción no se detenga si la conexión a internet se pone un poco lenta por un momento.
El streaming está disponible en una amplia variedad de dispositivos, entre los que se incluyen:
Smart TVs: Muchas de las televisiones modernas vienen con aplicaciones de streaming integradas.
Dispositivos de streaming: Aparatos como Chromecast, Amazon Fire TV Stick, Roku, y Apple TV se conectan a tu televisor a través de HDMI.
Smartphones y tablets: Puedes descargar aplicaciones de streaming en tus dispositivos móviles y ver contenido desde sus pantallas.
Computadoras: Puedes acceder a los servicios de streaming a traves del navegador como es el caso de Kaelus e incluso algunas de ellas cuentan con aplicaciones de escritorio o sitios web como Netflix.
Consolas de videojuegos: PlayStation y Xbox tienen aplicaciones de streaming disponibles para descargar.
El streaming permite disfrutar de una amplia variedad de contenido, principalmente video:
Películas y series: Plataformas como Netflix, Amazon Prime Video, Disney+, HBO Max ofrecen extensos catálogos bajo demanda.
Partidos de fútbol en vivo u otros deportes: DAZN, ESPN+, plataformas específicas de ligas o deportes.
Noticias en vivo y clips: Muchas cadenas de noticias tienen sus propias plataformas o transmiten a través de servicios más amplios.
Contenido generado por usuarios: YouTube y Vimeo son plataformas donde individuos y organizaciones suben videos de todo tipo (vlogs, tutoriales, reseñas, cortometrajes, etc.).
Transmisiones en vivo (livestreaming): Plataformas como Twitch, YouTube Live, Facebook Live permiten ver eventos, videojuegos, conciertos y otro contenido en tiempo real.
Documentales: Plataformas especializadas como Curiosity Stream o que se encuentran dentro de servicios más grandes.
Programas de televisión: Episodios de series y programas de entretenimiento de diversas cadenas.
La popularidad del streaming se debe a una combinación de factores que lo hacen una opción atractiva para el consumo de contenido:
Conveniencia y accesibilidad: Puedes ver lo que quieras, cuando quieras y donde quieras, en múltiples dispositivos con conexión a internet. No estás atado a horarios de programación.
Mucho para elegir: En las plataformas de streaming puedes encontrar de todo: películas, series, música, deportes y mucho más.
Personalización: Los algoritmos de recomendación sugieren contenido basado en tus gustos, facilitando el descubrimiento de nuevas opciones.
Costo: En muchos casos, la suscripción a servicios de streaming puede ser más económica que los paquetes de televisión por cable tradicionales.
Experiencia sin publicidad (en muchos casos): Muchos planes de suscripción ofrecen visualización sin interrupciones publicitarias.
Ver muchos capítulos seguidos: Como las plataformas suben temporadas completas, es común ver varios episodios de una serie sin parar, algo que antes no se podía hacer con la tele tradicional.
Avance tecnológico: La mejora en la velocidad de internet y la proliferación de dispositivos inteligentes han facilitado el acceso y la calidad del streaming.
Cambio en la forma de ver contenido: Las personas más jóvenes, sobre todo, prefieren usar plataformas de streaming para entretenerse, en lugar de la televisión tradicional.
El streaming ha revolucionado la forma de ver televisión al ofrecer una alternativa a la programación tradicional, donde dejamos de depender de horarios fijos y lo que las cadenas televisivas deciden transmitir.
En pocas palabras, con el streaming podemos ver lo que queramos, cuando queramos. Ya sea una serie, una película o cualquier otro tipo de contenido, no tenemos que ajustarnos a un horario como con la televisión. Si dependiéramos solo de la tele, por el trabajo, la escuela u otras cosas, nos perderíamos muchos programas solo porque no los pasan cuando estamos libres.